Una encuesta realizada a finales del año pasado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Centro Internacional para Periodistas (IJNET) sobre la violencia en línea contra mujeres periodistas, reveló que sufren de acoso en línea.

La encuesta llamada “Online violence Against Women Journalists: A Global Snapshot of Incidence and Impacts”, se divulgó en cinco idiomas y recibió 714 respuestas de 113 países. Es parte de un estudio más amplio encargado por la Unesco para examinar la violencia en línea en 15 países, con énfasis en las experiencias interseccionales y el Sur Global.

Entre los principales hallazgos, un 73%, dijo que había experimentado violencia en línea. Un 23% manifestó que recibió amenazas de agresión física y un 18%, de índole sexual.

El 12% buscó ayuda médica o psicológica debido a los efectos de la violencia en línea, y 11% se ausentó del trabajo. De igual forma, solo el 11% indicó que su patrono podría brindarles terapia en caso de ser atacadas.

Machismo presente

Una de las cifras más alarmantes del documento es la siguiente: 48% fue acosada por medio de mensajes privados no deseados.

El tema que se identificó con mayor frecuencia en asociación con el aumento de los ataques fue el género (47%), seguido de la política y las elecciones (44%), y los derechos humanos y la política social (31%).

Por su parte, el 41% dijo que había sido blanco de ataques online que parecían estar vinculados a campañas de desinformación orquestadas.

Un 30% prefiere autocensurarse en las redes sociales, el 20% se retiró de toda interacción en línea y 18 % evitó específicamente la participación del público.

Por último, el informe señala que la violencia online tiene un impacto significativo en el empleo y la productividad de las encuestadas: 11% informó haber faltado al trabajo, 38% se retiró de la visibilidad (por ejemplo, pidiendo que las sacaran del aire o refugiándose detrás de seudónimos), 4% renunció a sus trabajos y 2% incluso abandonó el periodismo por completo.

“En definitiva, los primeros resultados de esta encuesta muestran que la violencia en línea contra las mujeres periodistas es un fenómeno mundial que exige una acción urgente. Para que se mantenga la libertad de expresión, para que florezca la diversidad en el periodismo y para que el acceso a la información sea igualitario, las mujeres periodistas deben ser vistas y escuchadas”, aclara el informe de IJNET.